Luis Ortiz

Veracruz, Ver.- A unas horas de despedir el año, los mercados municipales, tianguis y zonas comerciales del puerto de Veracruz lucen completamente llenos, con familias que desde temprana hora recorren pasillos y puestos para adquirir los ingredientes de la tradicional cena de Fin de Año, en medio de quejas generalizadas por el alto costo de los productos.
Desde carnes, mariscos y aves, hasta frutas, verduras y abarrotes, la demanda se ha disparado, provocando largas filas y pasillos saturados. Sin embargo, el común denominador entre los compradores es el mismo: “todo está muy caro”.
“Vamos a hacer pierna al horno y algo de espagueti, pero la verdad ya no alcanza como antes; nada más en la carne se nos van casi dos mil pesos”, comentó Ana Rodríguez, ama de casa, mientras hacía fila en un mercado del centro.
Otros optan por platillos más sencillos, aunque el gasto sigue siendo elevado. “Nosotros vamos a cenar pollo relleno y ensalada, pero aun así el gasto no baja de mil pesos, y eso comprando lo básico”, expresó Juan Pérez, quien acudió acompañado de su familia.
En recorridos realizados por zonas comerciales y mercados, comerciantes reconocen que las ventas aumentan considerablemente en estas fechas, pero también admiten que los precios han subido debido al incremento en insumos y transporte.
“La gente sí compra, pero se queja mucho; antes llevaban más cosas, ahora preguntan, comparan y a veces solo llevan lo indispensable”, señaló un locatario del área de carnes.
De acuerdo con testimonios recabados, el costo de una cena de Fin de Año para una familia veracruzana oscila entre los mil y hasta cuatro mil pesos o más, dependiendo del número de integrantes y del menú elegido, que suele incluir platillos como lomo, pierna, pavo, camarones, bacalao, romeritos, además de postres y bebidas.
“Vamos a hacer camarones y algo de carne asada, pero fácil se nos van más de cuatro mil pesos; todo subió, desde el refresco hasta el postre”, lamentó María del Carmen López.
Pese a los altos precios, el ambiente en los mercados es de ánimo festivo, con familias que, entre empujones y largas caminatas, buscan mantener viva la tradición de reunirse en torno a la mesa para despedir el año y dar la bienvenida al nuevo, aunque sea “apretándose un poco más el cinturón”.