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_*A pesar de la destitución de la exadministradora Marcela Yáñez Tapia, sus allegados permanecen en cargos clave; trabajadores denuncian nepotismo, conflicto de intereses y continuidad de malas prácticas administrativas._*

*Veracruz, Ver.-* Aunque la exadministradora Marcela Yáñez Tapia fue destituida del Hospital de Alta Especialidad de Veracruz (HAEV) hace varias semanas, las estructuras que consolidó durante su gestión continúan operando desde dentro del nosocomio.

De acuerdo con trabajadores y fuentes internas, el llamado “cartel Yáñez Tapia” sigue controlando áreas estratégicas de la institución a través de jefes de departamento que permanecen en funciones, pese a las quejas acumuladas durante la administración anterior.

Entre los nombres señalados se encuentran:
• Genaro Ramírez Robles, Jefe de Recursos Financieros
• Edgar Rogelio Hernández Spino, Jefe de Recursos Humanos
• Óscar Miguel Alemán de la Cruz, Jefe de Mantenimiento
• Cristina Nelyda Soriano Ramírez, Jefa de Recursos Materiales
• Juan Manuel Zamudio Fonseca, Jefe de Transporte

Fuentes del propio hospital indican que varios de estos servidores públicos mantienen vínculos matrimoniales o sentimentales entre sí, lo que viola los lineamientos institucionales que prohíben a cónyuges o familiares laborar en la misma dependencia para evitar conflictos de interés y colusión administrativa.

“Todos ellos forman parte del mismo grupo que respondía directamente a Marcela Yáñez Tapia. Aunque ella ya no está, su red sigue moviendo decisiones dentro del hospital”, afirmó un empleado bajo reserva de identidad.

Durante la gestión de Yáñez Tapia, se acumularon denuncias públicas por corrupción, irregularidades financieras, compras a sobreprecio y maltrato hacia el personal.
Diversos Medios de Comunicación documentaron que la exadministradora fue señalada por presuntos manejos irregulares de recursos, deficiente mantenimiento de áreas críticas y despido injustificado de empleados.

Incluso, el ambiente laboral se calificaba como “tóxico y autoritario”, con casos de acoso, hostigamiento y represalias hacia quienes denunciaban anomalías.

Aunque su destitución fue interpretada como una medida de saneamiento institucional, los trabajadores aseguran que los cambios fueron solo de nombre, no de estructura, pues los jefes más cercanos a ella siguen firmando oficios, administrando presupuestos y tomando decisiones internas.

Ante esta situación, trabajadores del HAEV han solicitado de manera urgente la intervención de la gobernadora Rocío Nahle García, para realizar una auditoría integral y un relevo total de mandos medios y superiores en el hospital.

“Mientras permanezcan los mismos jefes, nada cambiará. Ellos siguen protegiendo los intereses de la exadministradora, incluso interviniendo en contrataciones y movimientos de personal”, acusó uno de los empleados.

Los inconformes piden que el gobierno estatal investigue los vínculos familiares y financieros entre las jefaturas actuales y la administración de Yáñez Tapia, además de transparentar los procesos de contratación, compras y asignaciones dentro del hospital.

Fuentes internas aseguran que la exadministradora aún mantiene influencia dentro del nosocomio, operando a través de sus allegados.
Desde la salida de Yáñez Tapia, se esperaba una depuración completa; sin embargo, trabajadores denuncian que los mismos grupos siguen controlando recursos materiales, financieros y humanos, con el mismo esquema de favoritismo y falta de rendición de cuentas.

“El hospital sigue en manos de las mismas personas, solo cambió la cabeza visible. La corrupción no se fue con ella”, señaló un médico del área de quirófano.